Análisis, estudio y caracterización de las Agencias de Desarrollo Local en Colombia. El caso de la Asociación Agencia para el desarrollo del Pacífico Sur
Analysis, study and characterization of Local Development Agencies in Colombia. The case of the Association Agency for the development of the South Pacific
Silvia Patricia FaríasEl desarrollo económico local es un proceso de crecimiento y cambio estructural de la economía de una ciudad, comarca o región, en que se pueden identificar al menos tres dimensiones: una económica, caracterizada por un sistema de producción que permite a los empresarios locales usar eficientemente los factores productivos, generar economías de escala y aumentar la productividad a niveles que permiten mejorar la competitividad en los mercados; otra sociocultural, en la cual el sistema de relaciones económicas y sociales, las instituciones locales y los valores sirven de base al proceso de desarrollo, y otra política y administrativa, en la que las iniciativas locales crean un entorno local favorable a la producción e impulsan el desarrollo (Vázquez Barquero, 2000).
Diferentes instituciones multilaterales tales como el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico coinciden en plantear que el objetivo del desarrollo local consiste en construir las capacidades institucionales y productivas de un territorio definido, con frecuencia una región o municipalidad, para mejorar su futuro económico y la calidad de vida de sus habitantes.
El enfoque territorial se incorporó en América Latina desde la década de 1990 en el marco de un proceso descentralizador (Cravacuore, 2014) impulsado por las políticas neoliberales que vieron en el territorio local un potencial competitivo cambiando el antiguo paradigma del desarrollo reflejado en indicadores nacionales como el PBI, la productividad, los niveles de industrialización y la tasa de inversión a la vez que se le agregaron a la agenda tradicional de las municipalidades otras cuestiones relacionadas con el cuidado del medio ambiente, el desarrollo social y la promoción económica, entre otras.
La promoción del desarrollo económico local se planteó como una necesidad en la medida en que determinados territorios enfrentan problemas económicos específicos, que dependen de circunstancias propias, en términos de competitividad, disponibilidad del capital y de recursos humanos calificados, localización relativa respecto de los mercados más dinámicos, entre otras variables. Estas diferentes formas se caracterizan a su vez por una red de actores que condicionan los procesos de cambio estructural, según la forma en que desarrollen sus relaciones económicas, sociales, políticas, culturales y legales (Vázquez Barquero, 2000).
Las agencias de desarrollo local son organizaciones conformadas por actores públicos y privados, que por esta naturaleza representan una importante herramienta para la nueva gobernanza permitiendo la construcción de agendas compartidas y la implementación de acciones orientadas al desarrollo y fortalecimiento de organizaciones públicas y privadas del territorio (Costamagna, 2020 et al.). Su principal objetivo es fomentar el desarrollo territorial a partir de la activación y valorización de los recursos locales: humanos, naturales, técnicos, económicos y financieros (Alburquerque, 2011).
Algunos autores sostienen que los factores de éxito de las agencias de desarrollo local se basan en que no reproducen un modelo rígido, sino que se adaptan a las necesidades específicas de cada territorio incorporando tres elementos clave: 1) la asociación entre diferentes agentes que inciden sobre el desarrollo económico de una región; 2) una visión estratégica del desarrollo; y 3) la movilización y puesta en valor de los recursos humanos, naturales económicos, financieros y técnicos. Otros factores de éxito y sostenibilidad de las agencias es su participación como entidades con posibilidad de otorgar créditos localmente, la incorporación de la dimensión de género, la posibilidad de conformar redes internacionales y la actuación como interlocutoras para la cooperación descentralizada.
El presente artículo se deriva de un trabajo de investigación más amplio que consistió en la identificación de experiencias de agencias de desarrollo local en un grupo de países de América Latina que nos permitió sentar bases para su caracterización, a partir del análisis de variables relevantes a la hora de pensar el desarrollo económico local. Uno de esos países es la República de Colombia que cuenta con una red muy activa de agencias que las define como: “entidades mixtas de economía social que representan acuerdos entre actores territoriales públicos, sociales y privados que a través de servicios facilitan y coadyudan en su dinamización socioeconómica, apoyan el fortalecimiento de sus sistemas productivos locales, generan diálogos y contribuyen al desarrollo humano integral“ (ADEL, 2020).
Las agencias de desarrollo local en Colombia surgen en el año 2002 respaldadas por una alianza entre el Gobierno Nacional y el Programa Naciones Unidas para el desarrollo-PNUD-con la misión de transformarse en un instrumento de promoción de los territorios. Cubren más de 230 municipios de los departamentos de Nariño; Antioquia y Chocó; Boyacá y Santander; Cesar y Magdalena; Arauca y Cauca.
Las agencias de Nariño y Urabá, Vélez, Bucaramanga y Antioquia Oriental se crearon entre 2001 y 2005 a través del programa de desarrollo humano a nivel local APPI. La agencia Dinosaurios en Alto Ricaurte y Provincia de Chiquinquirá en 2006-2007.
Entre 2007 y 2008 se crearon Casa del Agua (Norte - Oriente del Cauca), Zapatosa y Arauca (para la región del mismo nombre) y en 2014 la Corporación Agencia de Desarrollo Económico Local del Norte del Valle – Adel Brut No Va, ubicada en el Valle del Cauca.
En el año 2008 se creó en el marco del programa ART-PNUD la Red Adelco con los objetivos de fortalecer las capacidades de las agencias y facilitar sus relaciones internacionales. Reúne a 11 agencias correspondientes a los territorios mencionados. En el año 2009 la red firmó un convenio con el Ministerio de Agricultura y Asuntos Sociales y en el 2011 con la Unión Europea y el PNUD.
Las diferentes agencias promueven cadenas de valor muy variadas entre las que podemos mencionar como ejemplo el turismo, la producción láctea, la panelera, la de café, la de artesanías, la producción frutihortícola, la ganadería, la pesca y la producción textil. Algunas de ellas, promueven la elaboración de productos exclusivos como el dulce de guayaba y el vino de corozo o “uvita de lata”, cafés orgánicos especiales, cacao de exportación y joyería.
Para la república de Colombia, se plantea una agenda compleja que incluye abordar temas relevantes como la adaptación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas; la tensión entre descentralización y recentralización y las disparidades territoriales evidenciadas en las capacidades institucionales y la calidad de vida de los habitantes. A estas cuestiones se suman la existencia de un escenario de posconflicto y la construcción de economías para la paz que no sólo implica tomar acciones en los territorios afectados por la guerra sino en todo el país (López, 2016).
Nos resultó de interés plantear el caso de una agencia ubicada en la región Pacífico Sur del Departamento de Nariño dado que, suma a los desafíos ya planteados, la necesidad de reorientar su perfil productivo centrado desde hace 30 años en la actividad cocalera.
La pregunta que motivó nuestro trabajo tuvo que ver con conocer en qué medida las acciones llevadas adelante desde las agencias de desarrollo local en Colombia, colaboran con la resolución de las problemáticas planteadas desde el territorio.
Con respecto al año de creación de las agencias, se armaron tres grandes grupos: el primero corresponde a los años previos al 2000, es decir, aquellas agencias que acompañaron el proceso de descentralización acontecido en América Latina a partir de los años 90; otro grupo entre los años 2000 y 2005, cuando se produce un crecimiento económico generalizado a nivel global, impulsado por China, India y otras economías asiáticas, que favorece asimétricamente a la región de América Latina, acompañado por una creciente demanda de los productos ofrecidos al mundo por la región y el aumento de los precios de bienes exportables; y, por último, entre 2006 y 2010, cuando el panorama internacional toma un sendero opuesto al anterior y se produce un desaceleramiento de la economía internacional, se desata una crisis financiera acontecida en los países centrales que rápidamente se propaga de manera virulenta al resto de las regiones y principalmente en América Latina.
El trabajo de campo fue realizado mediante un cuestionario, de elaboración propia entregado a los directivos de las agencias de desarrollo local, en un encuentro propiciado por la Red Adelco en la ciudad de Valledupar, Departamento de Cesar, Colombia, en el mes de agosto de 2017 y actualizado, para nuestro caso de estudio, en junio de 2020.
Para confeccionar el cuestionario que diseñamos tomamos como referencias el índice de desarrollo humano del PNUD y el índice de capacidad organizacional ICO adaptado para las agencias colombianas por la Red Adelco.
Para analizar las características del territorio y su patrón de desarrollo nos apoyamos en el texto de Arroyo (2002), “Los ejes centrales del Desarrollo Local en Argentina”.
Las variables relevantes que consideramos fueron abordadas en diferentes bloques:
Un primer bloque con las generalidades de contacto.
En el segundo bloque se pregunta acerca de la cobertura territorial, el establecimiento cuantitativo del área de la agencia y la cantidad de población de influencia de esta, como así también sus objetivos, para los cuales propusimos: desarrollo empresarial, desarrollo territorial general, desarrollo territorial con el objetivo de generar un desarrollo humano y otros.
El tercer bloque indaga sobre la composición de la agencia y los actores que participan en ella clasificados en político-institucionales (gobiernos locales como actores locales, organismos gubernamentales de otros niveles del Estado y otros actores extra locales), empresariales (empresa micro, pequeña, mediana y grande de los ámbitos local, extra local nacional, extra local internacional, del ámbito público o privado) y sociales (organizaciones de género, religiosas, de representación étnica, sindicatos, cooperativas, de desocupados, de emprendedores o cuentapropistas y otras). Cabe aclarar que estos últimos son también actores económicos, pero decidimos diferenciarlos de los actores empresariales y es por ese motivo que sólo los mencionamos como “actores sociales”. Analiza también la cantidad, procedencia (propios, aportados por el gobierno local, aportados por otros niveles del Estado, aportados por el sector privado y otros) y calificación de los recursos humanos con los que cuenta la agencia (técnicos, administrativos, profesionales y sin calificación).
Este bloque continúa con el análisis de las fuentes de ingresos económicos (contribución de los miembros, subsidios, venta de servicios, gestión de proyectos productivos y de infraestructura y gestión de créditos).
Para analizar las vinculaciones de las agencias dentro y fuera del territorio propusimos universidades, colegios técnicos, centros de oficios y centros de capacitación y las acciones que llevan adelante, desde cuándo, y si se encuentran formalizadas a través de algún convenio.
A fin de conocer el trabajo en red propusimos la pertenencia a una red subnacional, regional, internacional o extracontinental, así como la participación en programas de cooperación internacional y/o programas de internacionalización de actividades locales.
En cuanto a los servicios que presta la agencia propusimos la participación de esta en procesos de planificación estratégica económica territorial, servicios de apoyo a la planificación y promoción territorial, la promoción de equidad de género, la promoción de pueblos originarios, la promoción de población con discapacidad y servicios a la producción.
Con respecto a los beneficiarios de los servicios que presta la agencia propusimos el sector privado, la población en desventaja (y su identificación), empresas (micro, pequeñas y medianas) y cooperativas, empresas grandes, ONG y asociaciones o instituciones, sector público, gobierno nacional, gobierno local u otras instituciones públicas.
Indagamos también si los proyectos responden a estrategias y prioridades de la agencia u otras ofertas no correspondientes a las prioridades actuales, así como las estrategias utilizadas (el análisis y la investigación-acción sobre los recursos locales, promoción y apoyo a las cadenas de valor locales, la promoción y difusión de innovación en las cadenas de valor priorizadas, el apoyo a pequeñas y medianas empresas, la adquisición de capital productivo, infraestructura, promoción y difusión de una cultura salvaguarda del medioambiente, la promoción y apoyo a la igualdad de género, la inclusión social u otros).
El cuarto bloque se adentra en las características del territorio y su patrón de desarrollo. Indagamos si las políticas de desarrollo económico del territorio se ejecutan a escala municipal, regional o transfronteriza y si se encuentran incluidas dentro de un plan de desarrollo nacional o provincial sin adaptación al ámbito local o se encuentran incluidas dentro de un plan estratégico que suma los factores de desarrollo sin destruir los ya existentes.
También propusimos varias categorías para conocer el perfil de desarrollo al que se ajusta el territorio: definido (que posee una actividad productiva identificable que motoriza el desarrollo), en crisis abrupta (que posee una actividad productiva que motorizó el desarrollo y hoy se encuentra en crisis inminente), en crisis paulatina (que posee una actividad productiva que motorizó el desarrollo y se encuentra en un proceso de deterioro lento) o no definido (en el caso en que no se puede identificar una actividad que dinamice el territorio).
Deseamos conocer además si las iniciativas de desarrollo local llevadas adelante en el territorio son impulsadas desde este o desde otros niveles de gobierno u organismos internacionales. Preguntamos qué tipo de circuitos económicos predominan en el territorio (formal, informal o de subsistencia), así como la estructura social y los actores de mayor relevancia en el territorio (político-institucionales, organizaciones sociales/no gubernamentales o empresas) y sus relaciones de poder (sí/no son afectados por las políticas actuales, sí/no podrían ser afectados por las acciones de la agencia, sí/no son necesarios para la elaboración de políticas, sí/no son necesarios para la implementación de políticas o sí/no consideran que tienen derecho a estar involucrados en las decisiones).
Quisimos conocer qué tipo de políticas se llevan adelante en el territorio (socioeconómicas, de promoción o desarrollo productivo), el nivel de gobierno al que pertenecen estas iniciativas y si han sido sustentables en el tiempo. Preguntamos también acerca del sistema de gestión de gobierno municipal (asociado, centralizado o descentralizado).
Luego, construimos tres categorías de agencias que representan diferentes grados de maduración en su funcionamiento.
-Alto grado de maduración
-Medio grado de maduración
-Bajo grado de maduración
La descripción de las categorías e indicadores se muestra en la siguiente tabla. En las columnas se encuentran los diferentes grados de maduración y en las filas, las variables e indicadores para cada caso.
Categorías e indicadores para establecer el grado de maduración de las ADL
Fuente: Farías,2019
El departamento de Nariño se encuentra ubicado en el suroccidente colombiano. Posee una extensión de 33.265 Km2. Limita al sur con la República del Ecuador, al norte con el departamento del Cauca, al occidente con el océano Pacífico y al oriente con el departamento del Putumayo. Está ordenado administrativamente en 13 subregiones, siendo San Juan de Pasto, su capital. Está integrado por 64 municipios que se ubican en las subregiones administrativas: Sanquianga, Pacifico Sur, Telembí, Pie de Monte Costero, Exprovincia de Obando, Sabana, Abades, Occidente, Coordillera, Centro Juanambú, Rio Mayo y Guambuyaco.
Fuente: Caracterización social y económica del departamento de Nariño.
La subregión Pacífico Sur se encuentra ubicada al sur de la costa pacífica de Nariño y la integran los municipios de Tumaco y Francisco Pizarro. Posee una extensión de 4.734 kilómetros cuadrados aproximadamente, que equivalen al 13,61% del área total del Departamento. Su clima tropical se caracteriza por temperaturas promedio de 26° y es una de las regiones más lluviosas del mundo.
El Departamento Nacional de Planeación de Colombia, creó el Índice de Vulnerabilidad Territorial (IVT) que refleja la inseguridad e indefensión que experimentan las comunidades, familias e individuos en sus condiciones de vida como consecuencia del impacto provocado por el conflicto armado interno y la criminalidad común y organizada. El informe que abarca el período entre los años 2008 y 2012 afirma que los diferentes niveles de vulnerabilidad tienden a concentrarse en algunas regiones como la de Nariño donde se presentan altos y persistentes niveles de vulnerabilidad. El informe pone de manifiesto que las comunidades más vulnerables, no solo enfrentan dificultades para satisfacer sus necesidades materiales básicas y mantener unas condiciones de vida mínimas, sino que es la vida misma y la integridad personal lo que se encuentra en riesgo. Sin embargo, en la medida en que se mejoran las condiciones de seguridad, las brechas se concentran en los temas de desarrollo económico y social, y gobernabilidad.
Ocurre que las condiciones geográficas, la disponibilidad de la red fluvial y las posibilidades de comunicación por el mar han convertido a los territorios del Pacífico nariñense en una zona estratégica para las actividades ilegales asociadas al narcotráfico que desde hace varias décadas lo han convertido en escenario de disputa territorial por los intereses que defienden los diferentes actores que hacen presencia en la zona. Para el 2012, el municipio de Tumaco se ubica dentro de los municipios con mayores índices de vulnerabilidad en materia de seguridad, con una tasa de homicidios de 132,03 cada cien mil habitantes y unas 5065 hectáreas de cultivos de coca. Los territorios de Barbacoas, Olaya Herrera y Roberto Payán presentan junto con Tumaco índices altos o medio altos de vulnerabilidad en materia de seguridad (compuesto por las tasas de homicidios, secuestros, hectáreas de coca y tasa de hurtos)
De acuerdo con el reporte de la Oficina de Naciones contra la Droga y el Delito – UNODC (2016), Tumaco es el municipio con mayor número de hectáreas destinadas al cultivo de coca para el año 2015, con un total de 16.960 hectáreas. Según datos de la UNODC (2015), en el año 2014 el municipio de Tumaco contaba con un total de 8.963 hectáreas, la cual, comparada con la cifra del año 2015, se ve claramente como los cultivos casi se duplicaron y se triplicaron respecto al informe de 2012, mencionado anteriormente.
En 2016 el presidente Juan Manuel Santos y las Fuerzas armadas revolucionarias de Colombia- FARC-, firmaron en Cuba un acuerdo de paz. El cuarto punto del tratado busca que los cultivadores se pasen a una actividad legal; que los consumidores sean tratados y rehabilitados, y que se combata toda la carrera del narcotráfico.
Sin embargo, según un reporte de la Policía Nacional (El Tiempo, 2017) señaló que “grupos de narcotraficantes están pagando en Tumaco 100.000 pesos (una cantidad que no llega a los 27 dólares) a cada campesino para que participe en los bloqueos que intentan impedir la erradicación de cultivos ilegales en la zona”.
Como puede observarse, es un escenario complejo en el que debe operar la agencia de desarrollo local, nuestro caso de estudio.
La Asociación Agencia para el desarrollo del Pacífico Sur fue creada en el año 2010 y tiene su sede en la localidad de San Andrés de Tumaco, cabecera municipal del Departamento, conocida como “la perla del Pacífico”.
La cobertura territorial es regional, abarca cerca de 1.500.000 has y 10 municipios que conforman la Asociación de Municipios del Pacífico Sur -ASOMPAS- compuesta por Tumaco, Salahonda, Charco, La Tola, Mosquera, Olaya Herrera, Iscuande, Magui Payan, Roberto Payan y Barbacoas; con un alcance poblacional de 650.000 habitantes.
Alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, persigue el objetivo del desarrollo territorial con el propósito de generar un desarrollo humano.
En su composición participan dos empresas locales: una pequeña- Megapez- y una mediana -Corpesca- y dentro entro de los actores sociales que la componen, se encuentra la Mesa Municipal de Mujeres.
Cuenta con 3 recursos humanos propios de perfil técnico, 2 administrativos aportados por el gobierno local y 7 profesionales aportados por otros niveles del Estado.
La fuente de ingresos económicos está compuesta por una mínima contribución de los miembros, la venta de servicios y por fondos provenientes de la cooperación internacional, actualmente, a través del programa “Economías para la paz”.
Desde hace 4 años, la agencia ofrece diplomados a través de un acuerdo de voluntades con la universidad ESAP y desde hace dos años con un centro de oficios - Cerfdipesca-, con quienes elaboran proyectos en calidad de socios.
Brinda servicios de apoyo a la producción y a la planificación territorial. A estas acciones se agregan la promoción de pueblos originarios y la participación en procesos de planificación estratégica económica territorial.
Los proyectos que implementa responden a las estrategias y prioridades de la agencia y se basan en la promoción y apoyo a las cadenas de valor locales, la promoción y difusión de innovación en las cadenas de valor priorizadas, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, y la adquisición de capital productivo e infraestructura.
El sector privado, la población en desventaja, las micro, pequeñas y medianas empresas, y las ONG y asociaciones o instituciones son los beneficiarios directos de las acciones de la agencia.
Las políticas de desarrollo económico que se implementan en el territorio se ejecutan a escala regional y transfronteriza (entre regiones diferentes) y son impulsadas desde el territorio.
El perfil de desarrollo que motoriza la economía del territorio se encuentra en crisis paulatina y se corresponde con la actividad cocalera, altamente combatida en toda la república colombiana.
Los circuitos económicos que hoy prevalecen en la región son mayormente el informal y el de subsistencia.
Con respecto a los actores territoriales, observamos que aquellos con mayor relevancia en el territorio son los político-institucionales, que son afectados por las políticas actuales y consideran que tienen derecho a estar involucrados en las decisiones; las ONG, que comparten esta última visión y podrían ser afectadas por las acciones de la ADL y las organizaciones sociales que son necesarias para la elaboración de políticas y su implementación, y consideran que tienen derecho a estar involucradas en la toma de decisiones, al igual que las empresas.
Teniendo en cuenta la coyuntura actual, volvimos a contactar al responsable de ADEPAS para conocer cuáles son los desafíos que hoy enfrenta la agencia, teniendo en cuenta el contexto de la pandemia por COVID19.
Como mencionamos anteriormente, la agencia posee una cobertura territorial que incluye a 10 municipios, con la posibilidad de ampliar sus acciones hacia otros territorios del departamento, todos con un índice de vulnerabilidad alto o medio alto.
La región posee un gran potencial hídrico y de actividades productivas, pero, desde hace aproximadamente 30 años los habitantes han padecido los flagelos de la economía cocalera y del comercio de este producto considerado “nefasto” para sus territorios.
Esta situación provocó que esa capacidad productiva basada en la pesca, el cacao y el plátano, se haya debilitado. La agencia busca actualmente potenciar el desarrollo del territorio a través de proyectos de turismo rural comunitario, centros de acopio para la producción de pescado, centros de acopio y transformación para el cacao y proyectos de granjas alimentarias para la producción porcina y apícola. Estas actividades venían desarrollándose en el período previo a la pandemia por COVID19 que hoy ha puesto un freno a estas iniciativos y, adicionalmente, ha cambiado las prácticas de comportamiento y las actividades diarias de la agencia que se han limitado a la comunicación telefónica, a videoconferencias y el teletrabajo.
Sus autoridades manifiestan la dificultad que presenta la articulación con los gobiernos locales y nacionales ya que la función tradicional de ADEPAS eran las acciones presenciales. Sus agentes están tratando de adaptarse y de acondicionar la tecnología de la que disponen. Acceden a la virtualidad para que la comunicación fluya y puedan realizar las gestiones pertinentes. “Este nuevo escenario, no sólo cambiará el mundo sino el modo de gestión institucional. En la actualidad, hay que aprender para saber cómo moverse hacia el futuro en estos procesos de pandemia que puede que concluyan, pero nadie sabe si puedan venir otras que puedan afectar el desarrollo de las prácticas y comportamientos de los gestores de la agencia”, expresa su presidente.
Una de las debilidades que presenta el territorio de influencia de la agencia y, por tanto, uno de los retos más importantes que enfrenta ésta, tiene que ver con la infraestructura que permita una mayor conectividad en las oficinas e instalaciones y con volverse expertos en la modalidad de teletrabajo y los diálogos virtuales que difieren ampliamente de los presenciales. Para todo esto deben, además, conseguir recursos humanos cualificados que orienten este proceso y les ayuden a mejorar las condiciones de trabajo.
Otro gran desafío es el de realizar las gestiones pertinentes para garantizar la sostenibilidad económica de la agencia. Para ello, esta institución se transforma en socia de los proyectos que promueve.
Actualmente se está gestando un proyecto por la suma de 700 millones de pesos colombianos (aproximadamente 187 mil dólares) para el desarrollo productivo del sector pesquero mediante un acuerdo con la Asociación Pesquera y allí, la agencia, comparte un porcentaje de la rentabilidad de este negocio. Sus gestores consideran que es la única manera de garantizar la sostenibilidad económica de la Asociación Agencia para el desarrollo del Pacífico Sur.
De acuerdo con los períodos propuestos para la creación de las agencias y luego de analizar y comparar las categorías propuestas, ADEPAS, pertenece al tercer período de creación de agencias (2006-2010) y posee un nivel medio de maduración.
Con respecto al contexto territorial planteado por el Índice de Vulnerabilidad Territorial (IVT) elaborado por el Departamento Nacional de Planeación de la República de Colombia las acciones de la agencia presentada como caso de estudio, abarca municipios con altos grados de vulnerabilidad, lo que implica un enorme desafío para el desarrollo económico con una mejora en la calidad de vida de sus habitantes. Si a esto sumamos que las políticas pro- paz en un esfuerzo por llevar “el Estado a las regiones” han tenido un impacto limitado (López, 2016), queda en evidencia que el papel de las agencias y de ADEPAS, en particular, es central a la hora de crear institucionalidad y fortalecer la gobernanza en su territorio de influencia.
El actual contexto de pandemia por COVID19 exige contar con una mejor infraestructura territorial que permitiría a la agencia no sólo garantizar su operatividad, sino contribuir al desarrollo económico regional. Es claro que “este nuevo escenario nos plantearía nuevas condiciones y situaciones inéditas para la vida social y económica, donde las barreras sanitarias y las nuevas formas de funcionamiento de las dinámicas cotidianas urbanas y productivas imponen las tecnologías digitales y nuevos acuerdos en las formas de relacionamiento y producción de bienes y servicios” (Costamagna, 2020).
Por otra parte, se han visto suspendidas las acciones direccionadas a la revitalización de las capacidades endógenas, dificultando también la puesta en marcha de las economías para la paz en su área territorial.
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