Otra Economía. Primer encuentro de la ESS en la Comuna 9. Experiencias, desarrollo y propuestas
Other Economy. First Meeting of the SSE in the 9th Commune. Experiences, Development and Proposals
Patricia Mónica OillataguerreEl presente trabajo consiste en la descripción y el análisis del “Primer Encuentro de Economía Social y Solidaria de la Comuna 9”. Se trabaja sobre la experiencia del encuentro, realizado en noviembre de 2019 en el club Social y Deportivo Larrazábal de la Comuna 9 de la Ciudad de Buenos Aires. El objetivo del evento ha sido reunir expresiones de esta otra economía insertas en el territorio, para que se reconozcan como actores de la Economía Social y Solidaria (ESS), comiencen a conocerse entre sí, intercambien experiencias y tiendan redes solidarias. El propósito del presente trabajo es realizar un aporte desde y para el territorio sobre las necesidades y propuestas de las diversas trayectorias de la ESS en una de las comunas de la Ciudad de Buenos Aires. Se presenta con la modalidad de un Informe de Trabajo de Campo, en el cual se han utilizado herramientas de diagnóstico como la observación participante, el registro y encuestas a protagonistas de las experiencias compartidas en el Encuentro. El informe consiste en la sistematización de los resultados obtenidos a partir de la aproximación a un espacio específico. Se apunta a la recolección directa de información desde los objetivos de relevamiento y de producción de conocimiento. Se pretende dar cuenta de las dinámicas de funcionamiento de la actividad, de las problemáticas emergentes y de las perspectivas de los participantes. Para su desarrollo se utilizan conceptos de ESS: definición, desafíos (Razeto, 2010), dimensiones (Pastore, 2010). También se aborda el concepto de desarrollo local y otros vinculados, como territorio y redes territoriales.
El objetivo principal es analizar el Primer Encuentro de Economía Social y Solidaria de la Comuna 9 como aporte al fortalecimiento del campo de la ESS en el territorio.
Como objetivos específicos, se busca:
1) caracterizar a los actores participantes del Encuentro,
2) describir la historia de las trayectorias empíricas de la ESS presentes,
3) describir las acciones implementadas,
4) analizar el Encuentro desde la perspectiva de la ESS.
Resulta necesario un acercamiento al concepto de Economía Social y Solidaria (ESS) a través de algunas características:
Y vamos a definir Economía como el sistema de normas, valores, instituciones y prácticas que se da históricamente una comunidad o sociedad para organizar el metabolismo seres humanos-naturaleza mediante actividades interdependientes de producción, distribución, circulación y consumo de satisfactores adecuados para resolver las necesidades y deseos legítimos de todos, definiendo y movilizando recursos y capacidades para lograr su inserción en la división global del trabajo, todo ello de modo de reproducir de manera ampliada (Vivir Bien) la vida de sus miembros actuales y futuros así como su territorio (Coraggio, 2009, p. 6).
La ESS es una manera distinta de comprender las relaciones entre las personas y con el medio ambiente, relación en la que sus participantes se condicionan mutuamente y donde se promueve libertad y autonomía.
En su “Carta de la Economía Solidaria”, la Red de Redes de Economía Alternativa y Solidaria (REAS), 1 define: “La economía solidaria es un enfoque de la actividad económica que tiene en cuenta a las personas, el medio ambiente y el desarrollo sostenible y sustentable como referencia prioritaria, por encima de otros intereses” (2011, p. 1). Este enfoque que describe REAS como una manera de vivir, pretende incluir valores en la actividad económica que deberían estar presentes en todas las sociedades, como la equidad, la justicia y la solidaridad. Objetivo que en muchos casos resulta difícil de alcanzar por la contaminación que proviene de la mirada tradicional de la economía.
Los ejes o ideas que rigen la declaración de REAS son la autonomía, la autogestión, el desarrollo de las personas, el compromiso con la naturaleza y la solidaridad, entre otros. En su Carta, considera a la equidad como principio fundamental de justicia, por lo cual propone sostener el mutuo reconocimiento, el justo valor y la justa distribución de los recursos, la igualdad de oportunidades, y el derecho a participar y a informarse. Toma al trabajo como elemento clave en la vida de las personas y sostiene la importancia del mismo más allá de una mera ocupación. Defiende la recuperación de la dimensión humana, social, política, ambiental, cultural y económica del trabajo. Sobre la sostenibilidad ambiental, la REAS proclama que todas las acciones económicas están relacionadas con la naturaleza y le otorga suma importancia a reducir la huella humana en el planeta, promoviendo la suficiencia y la austeridad por medio del consumo responsable, la soberanía alimentaria, la producción limpia. Además, propone favorecer la cooperación y no la competencia, la construcción colectiva de la sociedad por medio de la participación democrática, desde el fomento de la cooperación y la formación de redes para potenciar la sinergia (2011).
Jean Louis Laville (2004) aporta que la ESS “(…) remite a una concepción del cambio donde se trata de actuar en un marco democrático para la evolución de las relaciones de fuerza, para que la pluralidad de los modos de institución o de inscripción social de la economía pueda adquirir plenamente derecho de ciudadanía” (p. 10).
Por su parte, al hablar de economía social, José Luis Coraggio (2002) dice que la misma responde:
(…) a una concepción que pretende superar la opción entre el mercado capitalista y un Estado central planificador y regulador de la economía. Esta economía es social porque produce sociedad y no solo utilidades económicas, porque genera valores de uso para satisfacer necesidades de los mismos productores o de sus comunidades –generalmente de base territorial, étnica, social o cultural– y no está orientada por la ganancia y la acumulación de capital sin límites. Porque vuelve a unir producción y reproducción, al producir para satisfacer de manera más directa y mejor las necesidades acordadas como legítimas por la misma sociedad. Pero para ser socialmente eficiente no le alcanza con sostener relaciones de producción y reproducción de alta calidad. Su fundamento es, sin duda, el trabajo y el conocimiento encarnado en los trabajadores y sus sistemas de organización, pero la base material de la economía exige contar con medios de producción, crédito, tener sus propios mercados o competir en los mercados que arma el capital (p. 2).
Haciendo un recorrido histórico, se pueden encontrar antecedentes de la ESS en Europa a mediados del siglo XIX, como respuesta a la crisis de la revolución industrial. En forma de cooperativas y mutuales, estas propuestas llegan a Argentina con las migraciones europeas hacia fines del siglo XIX y principios del XX; y vuelven a aparecer, con nuevas formas, en la década de 1990 como manifestación ante las transformaciones contemporáneas de la economía de mercado y la globalización. Este resurgimiento de la ESS se da ante la crisis resultante de las políticas neoliberales, que generaron el aumento de las desigualdades, la exclusión social, el consumismo, la pérdida de vínculos solidarios y la escalada del empleo precario. Aunque surge en el mundo moderno ante situaciones de crisis, su propuesta consiste, como ya se ha mencionado, en poner a las personas en el centro de la economía.
1 Forman parte de ella cientos de organizaciones que a su vez se agrupan en redes territoriales. La REAS fomenta una sociedad más justa y solidaria en la que las personas sean el centro de la economía.
Es necesario definir territorio y Desarrollo Económico Local (DEL) para el análisis de los acontecimientos que se dieron en el Encuentro, ya que el evento se enmarca en un determinado territorio con sus peculiaridades y características singulares. El territorio ha sido considerado, tradicionalmente, como ajeno a la sociedad que lo habita: un elemento estático, como un paisaje. Desde el enfoque propuesto por la ESS, el territorio es tenido en cuenta como escenario y protagonista de lo que en él acontece. Actualmente, se propone que el territorio debería ser pensado como multidimensional, algunas veces se lo puede apreciar como una producción definida por los poderes que se juegan en él y por la pertenencia cultural y geográfica que lo identifica. Marcelo Lopes de Souza, citado por Bárbara Altschuler, afirma que el territorio “es un espacio definido por relaciones de poder” (Altschuler, 2013, p. 68).
El territorio que consideraremos en este trabajo se enmarca dentro de la ciudad de Buenos Aires en la Comuna 9, conformada por los barrios de Mataderos, Liniers y Parque Avellaneda. Los tres barrios comparten un pasado similar: surgieron y se desarrollaron cada uno en torno a un elemento estructurador. Mataderos cuenta con el Mercado de Hacienda y el matadero; Liniers tiene la estación de trenes con sus talleres ferroviarios; y el tradicional Parque Avellaneda da nombre al barrio que lo rodea.
Las tierras del actual barrio de Mataderos pertenecieron al antiguo partido de Flores, área conformada por estancias de familias de la aristocracia porteña. Los mataderos modernos se inauguraron hacia el año 1900 y alrededor de ellos fueron surgiendo otras industrias relacionadas. A la vez, comenzó a poblarse con los trabajadores del matadero y sus familias, dando origen a un barrio que fue llamado “Nueva Chicago” en evocación a la ciudad estadounidense, uno de los centros mundiales más importantes relacionados con la industria de la carne. En 1972 se establece su delimitación y recibe definitivamente el nombre de Mataderos. Actualmente, en el edificio en el que funcionaba la administración del Mercado de Hacienda, se asienta el Museo Criollo de los Corrales; su Recova es, desde 1986, el núcleo de la Feria de Mataderos, que se instala los fines de semana y en la que se venden todo tipo de artículos, comidas y artesanías gauchescas y regionales, y a la que se la considera como un enclave del campo en la ciudad, como lo ilustra la histórica estatua de “El Resero”.
Así como los mataderos dieron surgimiento al barrio que lleva su nombre, Liniers es hijo del ferrocarril, de la estación y sus talleres. Hacia mediados del siglo XIX, la zona estaba integrada por algunas estancias y chacras. En 1872 se autorizó la estación de trenes con el nombre de Liniers, por sugerencia de las Hermanas de la Casa de Ejercicios, en honor al militar. Hacia 1910 se comenzaron a edificar casas para que habitaran familias de obreros y trabajadores del ferrocarril ya que además, lindero a la estación, funcionaban los talleres ferroviarios que empleaban a cientos de personas.
El parque "Presidente Dr. Nicolás Avellaneda" se encuentra ubicado en casi toda su extensión en lo que fuera la antigua chacra de "Los Remedios", que perteneció a la familia de Domingo Olivera. La quinta se remonta al siglo XVII, cuando la Hermandad de la Santa Caridad erigió en esas tierras una capilla. Cuando ya pertenecía a don Domingo Olivera, la chacra fue usada como centro de experimentación agrícola-ganadera y distintas generaciones de la familia ocuparían el casco del establecimiento, que aún hoy conserva sus características originales. La chacra fue objeto de sucesivos fraccionamientos, hasta que en 1912 la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires adquirió el terreno para formar allí un parque público. El Parque Avellaneda fue colonia, escuela, vivero, teatro y también fue el primer natatorio público de la Ciudad, inaugurado en 1925, edificio que actualmente forma parte del Complejo Cultural Chacra de los Remedios y en el que además funciona la escuela secundaria EEM Nº 2 DE 13 “Che Guevara”. En torno al Parque se fue conformando, paulatinamente, el barrio.
Los barrios de la Comuna 9 se caracterizan por la tranquilidad de sus calles, la presencia de abundantes espacios verdes y su perfil predominantemente residencial con sectores industriales. Hoy en día se pueden ver, sobre una matriz de casas bajas, nuevas edificaciones modernas, conjuntos habitacionales y monoblocks. De los ejes que estructuraron los tres barrios solo queda en pie el Parque y la Estación de Trenes, ya que los talleres ferroviarios fueron desmantelados después de la privatización de los ferrocarriles en la década de 1990, convirtiéndose el enorme predio de los talleres ferroviarios de Liniers en un gran terreno baldío. El matadero y frigorífico dejó de funcionar durante la última dictadura militar, en el edificio administrativo y playa de faenamiento se emplazó un laboratorio de especialidades medicinales, y donde estaban los corrales de ovinos, un parque y polideportivo; el Mercado de Hacienda fue privatizado en la década de 1990 y, de las industrias relacionadas, sobreviven algunos pequeños frigoríficos y fábricas de chacinados.
En cuanto a su ubicación geográfica, la Comuna 9 está localizada en el Sudoeste de la Ciudad de Buenos Aires, limita al Oeste con el Partido de La Matanza, al Norte con la Comuna 10, al Este con la Comuna 7 y al Sur con la Comuna 8.
El Servicio Social Zonal de la Comuna 9, que asiste demandas sociales de sus habitantes y se encuentra vinculado con el territorio a partir de sus problemáticas, brinda una mirada local del estado social. La solicitud de asistencia se ha incrementado en los últimos años y se da en muchas ocasiones frente a una situación límite, de carácter urgente. Se destacan las personas adultas –principalmente hombres– en edad laboral, que se encuentran desocupados, no consiguen trabajo y no tienen la edad o los aportes necesarios para jubilarse. La cuestión habitacional es otra de las principales problemáticas. Surge, también, la demanda de algún tipo de asistencia alimentaria. Se han incrementado además las consultas alrededor de la discapacidad, usualmente por los “beneficios” que implica el Certificado Único de Discapacidad (CUD).
En el territorio comunal interaccionan realidades contrapuestas y es allí donde se relacionan y surgen nuevos actores colectivos, como quienes integran la ESS, que muestran las falencias y dificultades que encarna la visión tradicional del desarrollo para sus habitantes.
El Estado local, en este caso la Junta Comunal, tendría que propiciar mecanismos de participación de la ciudadanía, ya que en la Ley de Comunas (Ley 1.777, sancionada en 2005), se disponen mecanismos de participación ciudadana. Una instancia es la de los Consejos Consultivos Comunales, que se encuentran reglamentados y deberían ser un vehículo que agilice la relación entre la ciudadanía y las autoridades comunales, además de establecerse como espacios en los que surjan propuestas, modificaciones y sugerencias al accionar de la Junta Comunal. Pero es una situación que no ocurre, por motivos que en ocasiones tienen que ver con posturas ideológicas de los partidos gobernantes, y por desconocimiento o falta de interés de quienes están a cargo.
Es de destacar que el desarrollo territorial se corresponde con la comunidad. Las debilidades y fortalezas de una comunidad se encuentran en estrecho vínculo con las potencialidades que podría llegar a desarrollar. Las relaciones se establecen entre los actores implicados y el territorio, ese espacio en constante modificación por y con sus habitantes. Los estados locales deberían tener un rol protagonista en la toma de decisiones junto con los ciudadanos, a través de mecanismos de participación y utilizando como instrumento la construcción de redes que permitan crear, a su vez, una nueva realidad. En el desarrollo local se revalorizan y se potencian las posibilidades de las comunidades locales; sus costumbres y su cultura se tornan relevantes como capital para su desarrollo. El Desarrollo Económico Local (DEL) es un proceso en un determinado territorio, que busca descubrir y potenciar sus recursos por medio de distintas estrategias. El DEL requiere que el Estado promueva acciones, por medio de programas específicos que apunten a introducir cambios favorables en las personas que viven en la sociedad, considerando los determinados territorios y la participación activa de la población. Se necesitan programas tendientes a una sociedad con relaciones más humanizadas y ecológicas, tomando a las personas como protagonistas esenciales del desarrollo local.
…el territorio, por su parte, también se encuentra atravesado por lógicas diversas y contradictorias, que implican a actores e intereses tanto locales como regionales, nacionales y globales. En este sentido, el territorio es el espacio de la interacción, pero también el espacio del conflicto y de las relaciones de fuerza que históricamente lo modifican y lo moldean (Altschuler, 2008, p. 3).
La identidad territorial y su desarrollo se encuentran estrechamente vinculados a su comunidad. Se va desarrollando un proceso en un determinado lugar potenciando sus recursos, y es desde la mirada de ese proceso continuo y cambiante que surge la necesidad de organizar un encuentro de actores de la ESS en la comuna para poder reunir, vincular y potenciar las manifestaciones de esta otra economía convivientes en el territorio comunal.
La primera tarea necesaria antes de la realización del Encuentro fue localizar e identificar las diversas trayectorias empíricas de la ESS presentes en la Comuna 9. Gracias a un relevamiento, pudieron recabarse datos de cuarenta y cinco trayectorias de la comuna, a quienes se invitó posteriormente al Encuentro.
Paralelamente se diseñó el evento que buscaba reunir a las expresiones de la ESS presentes en la comuna. Se propuso realizar exposición y venta de productos de las trayectorias empíricas participantes y promover mesas de debate sobre ESS con una posterior reunión plenaria. El Encuentro se realizaría en las instalaciones de un club de barrio que además formó parte de la organización. Se confeccionó además una bandera identificatoria del evento.
Con la finalidad principal de coordinar y consensuar criterios sobre los puestos de exposición y ventas, se realizó una reunión la semana anterior al Encuentro con libre participación. Además, en el mismo día, se realizó una reunión con les profesionales que voluntariamente coordinarían las distintas mesas de discusión, a quienes se les brindó información sobre los distintos tópicos disparadores, y se les puso al tanto de la dinámica a implementar. Estas actividades se llevaron a cabo en el mismo espacio.
Se puede considerar a la Economía Social y Solidaria como un concepto integrador que aúna perspectivas de diferentes corrientes de la economía alternativa. Tanto el enfoque de las capacidades y del desarrollo humano sostenible, como la economía feminista, la economía ecológica y la mirada indígena del Buen Vivir, buscan poner a las personas y sus condiciones de vida en el centro del análisis y vincular los trabajos con la producción socialmente necesaria, con la satisfacción de las necesidades básicas, apostando por “otra economía más justa”. En la actualidad, la ESS se enfrenta a nuevos retos para seguir creciendo y fortaleciéndose como agente político, social y económico, promoviendo la autonomía, la autogestión, el desarrollo de las personas, la solidaridad y el trabajo como un elemento organizador clave para la dimensión humana, además de la participación activa y la democracia directa a través de las redes territoriales que luego se convertirán en un tejido profundo.
La ESS replantea la relación entre la economía, la sociedad y el Estado, poniendo énfasis en la autogestión y la solidaridad. Su propuesta abarca una diversidad de experiencias prácticas que pretenden dar respuesta a los graves problemas de desigualdad generados en formas tradicionales, generando una red de iniciativas que, agrupadas, constituyen otra visión de la economía.
Rodolfo Pastore (2010) propone partir de tres dimensiones para enfocar el análisis de la ESS: la de trayectorias empíricas, la política y la simbólica.
La primera de las dimensiones, la dimensión empírica, trata las formas organizativas específicas de esta economía, que se caracteriza por tener una finalidad social, gestionada por una organización asociativa y mediante prácticas democráticas. Se analiza la diversidad de experiencias, de expresiones económicas con una finalidad social, en las que cabrían diversas organizaciones que se diferencian en sus objetivos de las tradicionales empresas del capitalismo, empresas en las que se privilegia el capital, que se preserva y se multiplica. Puede describirse a la ESS, como lo hace Pastore, como el espacio que comparte la economía social más tradicional como las cooperativas y mutuales, que tienen una reglamentación y parámetros de funcionamiento definidos, que están regidas en Argentina por un organismo estatal (el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social, INAES), con las nuevas expresiones de la economía social, como empresas recuperadas por los trabajadores, muchas de ellas transformadas en cooperativas, empresas sociales, de agricultura familiar, emprendimientos familiares y personales, en la mayoría de los casos no enmarcados en formatos definidos y con una organización ad hoc, mercados y ferias solidarias, redes de comercio justo, programas de microcrédito, también informales o como programas o proyecto de asociaciones civiles o de fomento. Esta variedad de experiencias tienen una misma raíz, que apunta al desarrollo de una actividad económica con fin social, mejorar la calidad de vida de sus participantes, en sintonía con el medio ambiente, con gestión democrática y autonomía (Pastore, 2010).
A fin de completar la propuesta de Pastore se hará una breve referencia a las otras dos dimensiones de la ESS. La dimensión política, la que da cuenta de la puja entre modelos de la sociedad en disputa, expresa la tensión entre el modelo hegemónico globalizado y la capacidad de transformar esa realidad, democratizar la economía y profundizar la solidaridad, poniendo el eje en el buen vivir y las relaciones armónicas entre los miembros de la sociedad y con el medio en el que habitan. La dimensión política de la ESS confronta al modelo global, que toma a las personas y al medio ambiente como recurso, como objetos que son utilizados con el único fin de especular para obtener ganancias. Esta dimensión alberga un sentido de proposiciones y reglamentaciones, y un rol activo del Estado para el fomento de estas alternativas para el desarrollo de las diversas manifestaciones de la ESS, para que puedan competir con las expresiones convencionales que propone el mercado capitalista. Manifestaciones de otra economía diferente, que podrán ejercer un rol transformador, contemplando la atención a la emergencia social, por medio del fomento de emprendimientos no convencionales en situaciones críticas, la complementariedad a la economía tradicional, la potencial puja e interpelación a la economía capitalista, o como alternativa posible ante la economía de mercado. Para que estas políticas públicas referidas a la ESS sean eficientes y eficaces es imprescindible la participación de los actores implicados en su realización y ejecución, por medio de mecanismos permanentes que garanticen que puedan ser ejecutadas satisfactoriamente en los territorios (ídem).
Por último, la dimensión simbólica da cuenta de las formas de concebir la interacción económica. La propuesta por la ESS pone el énfasis en las condiciones de reproducción de la vida y en las relaciones sociales, el respeto y la relación saludable con el medio. Se basa en una manera de transformar la economía de mercado en una economía más social, más humanizada. Es en tal sentido que se remarca la necesidad de la confianza y solidaridad como vínculos fundantes de la relación comercial, la construcción de lazos más duraderos entre los miembros de la comunidad, la empatía y la preservación del hábitat como factor relevante y el valor de la participación de la comunidad en la toma de decisiones, por medio de la reciprocidad y el intercambio. Desde la dimensión simbólica, que toma en cuenta los aspectos conceptuales, educativos, comunicacionales y culturales de la ESS, son las universidades las que contribuyen al fortalecimiento de esta otra economía, por medio de la conceptualización y el conocimiento que acompañan y sostienen el desarrollo de sus potencialidades (ídem).
Las trayectorias empíricas van aflorando en el territorio como actores sociales y colectivos novedosos, que hacen un uso original del espacio, para que tenga que necesariamente reconvertirse y adaptarse a estas nuevas maneras de estar en él.
Con la necesidad de identificar a potenciales participantes del Encuentro, y teniendo en cuenta la diversidad de organizaciones y emprendimientos que comprende la ESS, con características diferentes entre sí, pero con una identidad que comparten, durante los meses previos se realizó una búsqueda de las posibles expresiones económicas de la Comuna que pudieran calificar para el Encuentro. Primero lograron identificarse cincuenta trayectorias empíricas por medio de aplicaciones (ESSapp, por ejemplo), conocimiento previo, referencias, medios periodísticos barriales o a través de contactos con organizaciones vinculadas. A partir de allí, se procedió con un relevamiento de cada una, para el que se utilizó una ficha técnica en la que se incluyeron los datos necesarios: nombre, tipo de emprendimiento, rubro, cantidad de personas participantes, domicilio donde se realizaban las actividades, un teléfono fijo o celular, una dirección de correo electrónico y el nombre de una persona de contacto. Se contactó cada trayectoria identificada y, con ese instrumento, se las visitó para recabar la información. Pudo así realizarse el relevamiento de cuarenta y cinco trayectorias empíricas, del grupo de 50 identificadas inicialmente.
Dentro de los límites de la Comuna 9 se relevaron algunas empresas recuperadas, varias devenidas en cooperativas de trabajo; cooperativas de vivienda inscriptas en el Programa de Autogestión para la Vivienda del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) bajo la Ley 341 que promueve la construcción de viviendas sociales en la Ciudad de Buenos Aires; emprendimientos artesanales unipersonales o familiares; nodos de comercio justo y otras manifestaciones de la ESS de difícil clasificación. Estas distintas expresiones de la ESS en la Comuna atraviesan, desde hace un tiempo, un período crítico: la falta de políticas públicas que las sustenten, por un lado, y la situación de crisis económica existente, por otro. Las tres dimensiones que describimos se encuentran en juego permanentemente: la dimensión de trayectorias empíricas manifiesta su espectro de variantes presentes en la Comuna e interpela a las dimensiones política y simbólica.
Una vez finalizado el Encuentro, a fin de tener información más precisa acerca de las trayectorias empíricas participantes, conocer sus recorridos e indagar sobre su historia, se les ha hecho llegar una encuesta que consta de nueve preguntas, la primera de elección múltiple y las siguientes, abiertas. Se indaga sobre los inicios de las trayectorias, el tipo de emprendimiento, la cantidad de integrantes, la antigüedad, las dificultades, necesidades y las vinculaciones con otras. Analizando los resultados obtenidos, se han encontrado una gran diversidad de trayectorias empíricas: cooperativas, emprendimientos familiares, empresas de servicios, emprendimientos individuales. En cuanto a la cantidad de integrantes, van desde uno a cien, siendo la mayoría entre uno y seis integrantes y, si ha habido incorporaciones, ha sido por necesidad de ampliar el emprendimiento o por necesidad de trabajo de les postulantes. En cuanto al rubro al que se dedican, las respuestas son muy variadas: servicios, gastronomía, artesanías, reciclaje, insumos y servicios para mascotas, viajes y turismo, plantas, medicina natural. En lo referido a la antigüedad, hay desde seis meses hasta dieciocho años. De todas las trayectorias encuestadas, solamente en cuatro casos modificaron en algo o agregaron alguna actividad a las que realizaban en el inicio. Las dificultades que han tenido a lo largo de su recorrido son variadas, desde cuestiones internas del emprendimiento a la dificultad de acceder a políticas públicas o la falta de ellas. Actualmente, el funcionamiento es dispar. Las necesidades que plantean para poder mejorar sus emprendimientos tienen que ver con el acceso y la implementación de políticas públicas vinculadas al sector. Finalmente, la mayoría de las personas entrevistadas refieren no haber tenido vinculación con otras experiencias de la ESS hasta el momento del Encuentro.
Las diversas experiencias de la ESS tienen una estrecha relación con el territorio y su desarrollo y muestran una lógica propia desde un lugar poco convencional o alejado de las propuestas hegemónicas. La ESS es, como propone Luis Razeto, “una racionalidad económica especial” (2010, p.7), que ayuda a democratizar los procesos económicos en el territorio con el objeto de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
El Encuentro consistió en una feria, con exposición y venta de emprendedores individuales, emprendimientos familiares o colectivos, y empresas sociales de diversos rubros, que se desarrolló en el salón principal y en la vereda del Club Social y Deportivo Larrazábal, en Liniers. Además, se realizaron dos mesas de debate sobre temas inherentes a la ESS, con participación voluntaria de les asistentes. Como disparadores de discusión se usaron los cuatro desafíos planteados por Luis Razeto: identidad, autonomía, coherencia y eficiencia. La ESS debe proponerse estos cuatro ejes como proyecto para poder ser efectivamente un movimiento económico político y social que lleve a una transformación del modelo imperante (Razeto, 2010).
Los grupos de debate se formaron espontáneamente con las personas que quisieron participar. Los equipos de coordinación ya habían recibido material sobre la temática a trabajar y habían asistido a una reunión previa.
En el grupo que se debatió a partir de los desafíos de Identidad y Autonomía, hubo quince participantes y un equipo de coordinación de tres personas. Para comenzar, la coordinación solicitó a les participantes que se presenten, pidiendo a cada une que aporte información sobre la organización de la ESS de la que provenían. En el grupo en el que se debatió a partir de los proyectos de Coherencia y Eficiencia hubo quince participantes y un equipo de coordinación de tres personas. Se solicitó a les participantes que se presenten y desde la coordinación se realizó una síntesis de los conceptos. Luego de un tiempo establecido para los intercambios, en ambos grupos se solicitó a les participantes que elaboraran reflexiones a modo de conclusión y algunas propuestas, que quedaron plasmadas en sendos afiches.
En una de las mesas se reflexionó sobre la identidad y el mutuo reconocimiento entre las diversas trayectorias. La identidad puede definirse desde lo social, como el concepto que cada persona o grupo tiene de sí mismo. Se plantea configurar una identidad de la economía solidaria, a partir de las diversas formas de organización para poder conformar un movimiento social. Es probable que, a causa de la diversidad y heterogeneidad de sus expresiones en cuanto a conformación y maneras de organización, resulte dificultoso lograr que se identifiquen sus participantes en una misma identidad, en la que deberían reconocerse por hacer economía con una racionalidad especial, que se caracteriza por la solidaridad. Existen diversos tipos de organizaciones que fueron surgiendo, algunas espontáneamente ante necesidades coyunturales y otras respondiendo a una postura ideológica, o religiosa en algunos casos. Todas las experiencias deberían conocerse entre sí y reconocerse como parte de un mismo colectivo, para ello reviste gran importancia la comunicación entre todas ellas y sus integrantes. Con respecto a la autonomía, puede definirse como la facultad de la persona o la entidad de obrar según su criterio, con independencia de la opinión o el deseo de otros, o como la facultad o poder de una entidad territorial, integrada en otra superior, para gobernarse de acuerdo con sus propias leyes y organismos. Refiere este sentido a organizaciones autónomas que piensan con la propia cabeza, que no delegan sus decisiones. La dependencia económica está supeditada en muchas circunstancias a la dependencia en lo cultural. La autonomía cultural es imprescindible para encaminarse en la creación de una economía solidaria autónoma. Resulta necesario y beneficioso diferenciar entre las propuestas contraculturales y políticas antagonistas y críticas al sistema capitalista.
Una participante dice:
Existe gran diversidad entre los distintos actores de la ESS: algunos se identifican desde o como colectivo de la ESS por ideología o sabiendo que argumentación tiene, pero otras organizaciones se vinculan a la ESS por una necesidad económica, sin saber qué implica de fondo.
Puede accederse por coincidir ideológicamente con esta forma de ver y hacer de la ESS. Más allá de comenzar a participar de la ESS como una herramienta ante la necesidad económica, con el tiempo pueden conocerse los fundamentos de la misma, y eso facilitaría una mayor identificación ideológica con la ESS.
Dice otra participante:
Fue un proceso de concientización, no solo por necesidad.
Otro factor para facilitar la identificación se relaciona con el conocimiento de los argumentos de la ESS. Un primer paso para identificarse no es hacer, no es solo estar o participar, sino ser consciente de los valores que representa, de las características que tiene. Esto lo llamaron proceso de concientización de la importancia de la ESS. Se concluye que es necesario conocerlos y difundirlos como un primer paso para la identificación.
Sobre los valores y los beneficios de la ESS, una de las participantes dice:
Permite compatibilizar la vida familiar con la laboral. Acceder al mercado laboral formal no es tan beneficioso teniendo las posibilidades que la ESS brinda. Mejora la calidad de vida.
Otro eje del desafío de la identidad se relaciona con el sostenimiento en el tiempo de la ESS. Es decir, que no se trate solo de una “economía de crisis” sino que se considere una economía alternativa. Para esto sería necesario visibilizar y difundir las ideas de la ESS.
Un participante dice:
Puede ser un refugio para la crisis, pero el desafío de sostener mediante políticas públicas. Hacerlo visible, hacerlo colectivo. Es plural y solidario.
En el mismo grupo se debate sobre la noción de autonomía, la independencia de la ESS con respecto a la economía de mercado, el poder regirse por las propias leyes y preceptos sin tener que aceptar o claudicar ante lo que dicta el mercado, el objetivo es poder crear una cultura de la ES.
Dice una participante:
La autonomía quiere decir que la ESS no es contraria o paralela a la economía de mercado, sino que es alternativa.
Surge entonces nuevamente la idea de tomar conciencia de la importancia de la ESS y de lo que representa, y actuar en consecuencia a ello para facilitar el cambio cultural en los consumidores, promoviendo la ESS:
Es un desafío, eso, incorporarlo nosotros como actores, como también es importante transmitir esa conciencia solidaria a los consumidores.
En el otro grupo se debatió partiendo de los desafíos de la eficiencia y la coherencia. Sobre la eficiencia se discutió si era o no válido obtener ganancias, sobre la especulación, el sentido de la solidaridad, el comenzar a pensar desde otro lugar. La eficiencia se define como la capacidad de disponer de alguien o de algo para conseguir lo que se desea determinadamente. Las experiencias de la ESS no se piensan a sí mismas como experiencias económicas, sino como organizaciones sociales. En el imaginario popular se suele pensar lo económico relacionado a intereses individuales, que persiguen lucro o ganancia personal, tomando de forma negativa esa meta, pero se debe tener en cuenta que cualquier economía busca obtener beneficios y hacerlo de manera eficiente. Las personas que trabajan con economías alternativas, no las ven como propuestas económicas, sino como alternativas sociales, en muchas ocasiones, para salir de situaciones complicadas: “(…) un primer camino hacia la economía de la solidaridad parte de la situación de pobreza y marginalidad en que se encuentran grandes grupos sociales” (Razeto, 1999, p. 4).
La ESS legitima lo económico y aparece como una racionalidad económica especial, que no tiene nada de capitalista. Siguiendo a Razeto, podría decirse que la solidaridad debería integrar los procesos económicos desde adentro (1999).
Se recogen testimonios como:
Tenemos que ser solidarios entre nosotros. Ser parte de la ESS no significa no ganar plata, es no especular.
La coherencia, por otra parte, se entiende como la relación lógica entre dos cosas o entre las partes o elementos de algo de modo que no se produce contradicción ni oposición entre ellas. También es la cualidad de la persona que actúa en consecuencia con sus ideas o con lo que expresa. Se trabaja en mostrar en los actos lo que se dice, ejercer la solidaridad que se proclama, ser más sensibles ante las situaciones de las demás personas, y también sobre algunas ventajas de ser parte de la ESS
.Les participantes destacan características de la ESS, tales como la colaboración, la solidaridad y el apoyo mutuo. La ESS no es solo para los momentos de crisis, es necesario sostenerla en el tiempo, que se vinculen productor y consumidor más allá de la coyuntura y, si resulta exitosa, no está mal que dé una recompensa económica. Se plantea que falta recorrer camino para lograr coherencia, no se puede pensar aún en ESS como una alternativa viable frente a la economía capitalista: se presenta como último recurso. Sin embargo, la economía es una sola, una para todos, con la solidaridad dentro de la economía.
En ambos grupos, además, se abordan las contradicciones que genera la ESS con el sistema dominante. Se habla sobre la “seguridad” que ofrece el mercado laboral formal respecto de la incertidumbre e inestabilidad de las actividades de la ESS: qué siente, por ejemplo, un productor de pan para venta callejera si le ofrecen trabajo en una panadería. Este es un factor que interrumpe algunos emprendimientos de ESS.
Comentan que también en la ESS se busca compensación económica, pero la mayoría se cansa antes de lograrlo. Se aportan ejemplos como en Berlín, donde se recuperan predios para cultivo de orgánicos, los vecinos participan de las tareas y su aporte se descuenta al momento de la compra. Una integrante aporta:
Ese es el cambio cultural que hay que fomentar.
Como primer elemento para la autocrítica aparece el individualismo, que vinculan a la comunicación de los medios masivos y a la cultura hegemónica. Mencionan la necesidad de ejercer una economía que contemple la dignidad de la persona, que permita cubrir sus necesidades con precios no especulativos, sin objetivos de acumulación.
Finalizadas las mesas, se llamó a la reunión plenaria en la que participaron integrantes de ambos grupos y el resto del público general.
Durante el plenario, los grupos presentaron sus conclusiones y propuestas a través de representantes, y se abrió la charla a la participación e intercambio general.
En esta instancia fue importante evidenciar la necesidad de formar redes para relacionarse, poder repetir la experiencia, desarrollar proyectos en común con la convicción de que estas redes son poderosas herramientas para el desarrollo territorial de la ESS. Una sociedad local comparte ciertas características comunes, en las que sus miembros se encuentran identificados y con un gran sentido de pertenencia, que les es dado por una historia común y ciertos lazos que entreteje la cultura propia, que los nutre e identifica. Frente a los avances tecnológicos y la virtualidad, que funcionan como un territorio abstracto, el espacio real que representa el territorio, con todas sus implicancias, genera una pertenencia que difícilmente puede ser cuestionada. Esta pertenencia e identificación cultural conforman, junto al capital social, natural, humano y productivo, el capital territorial de un determinado territorio. Por lo tanto, surge la necesidad de vinculación y comunicación dentro del territorio por parte de sus actores, y es así como cobra relevancia la generación de redes locales de cooperación, que forman parte del capital relacional en el territorio, donde se asientan, protagonizan y se desarrollan. “Las redes son estructuras no jerárquicas que reúnen a organizaciones o personas con intereses y necesidades comunes” (Organización Internacional del Trabajo, 2011, p. 57). Cada participante de la red modifica al conjunto, y el conjunto modifica a sus participantes en una relación dialéctica. “Las redes conforman, pues, una parte significativa del capital social, que podría llamarse capital relacional” (Caravaca y González, 2009, p. 4). Es importante destacar el carácter estratégico de las redes territoriales para dinamizar social y económicamente al territorio. Las redes facilitan la difusión de información, la circulación de recursos, el aprendizaje y contribuyen a la participación y acción colectiva, otorgando beneficios tanto individuales como colectivos. “Propiciar formación de redes locales, tanto empresariales, como sobre todo socio-institucionales, se convierte, en consecuencia, en una de las estrategias políticas a realizar para promover el desarrollo local” (ibídem, p.10).
Volver a pensar los conceptos referidos a territorio y desarrollo local, y las interconexiones entre sus actores, que incluyen a la ESS, resulta necesario a la hora de analizar los fenómenos que se vinculan en determinado espacio geográfico.
Algunas de las conclusiones surgidas en el Encuentro se relacionan con lo expuesto:
● Para ser autónomo se necesita del apoyo estatal.
● La ESS no tiene que ver con el aislamiento ni con la subordinación.
● Para lograr el sostenimiento en el tiempo es necesario estar conectados con otros actores de la ESS, pero también con reconocimiento y sostén de políticas públicas. Con la decisión política de facilitar los medios para que la ESS crezca como una economía alternativa y no solo como una economía de crisis.
● La autonomía se relaciona con otra característica de la ESS, la horizontalidad. No busca regirse por jerarquías, lo cual también es una lógica diferencia de la economía tradicional.
● La importancia de la visibilización de la ESS y de sus actores.
● El cambio cultural no solo debe ser facilitado a los consumidores, sino que los propios actores deben ser conscientes y actuar bajo la lógica solidaria de la ESS.
Surgen propuestas como:
● Crear redes y espacios en la comuna 9: aprovechar redes de ferias itinerantes en el territorio, haciendo uso del espacio que se comparte y el contacto generado en esta reunión entre los distintos actores.
● Crear un catálogo: generar desde internet la publicación de un espacio de emprendedores de ESS, no solo vendedores sino también de servicios (comedores, capacitaciones).
● Crear conciencia: propiciar espacios de difusión y trabajar en aclararlo explícitamente en las ferias que se realicen para que la gente conozca de qué se trata y pueda tomar conciencia de la lógica de la ESS.
● Sostener encuentros como el que se realizó para seguir realizando acciones y mejoras en conjunto.
● Promover el cambio cultural necesario para expandir la ESS.
● Comprometer a los Comuneros de la Comuna 9 para crear en la sede comunal un espacio de Promoción y Formación en ESS.
Una vez finalizado el plenario, y luego de unas breves palabras de agradecimiento y despedida, se disfrutó de un cierre musical.
Las diversas trayectorias empíricas presentes en el Encuentro se cuestionaron sobre los desafíos de identidad, autonomía, coherencia y eficiencia, propuestos por Razeto (2010): sobre su identidad, a partir del mutuo reconocimiento en la gran variedad de sus expresiones, una variedad que otorga riqueza por la heterogeneidad de las experiencias, pero que también dificulta el reconocimiento como parte de un mismo colectivo. Sobre la autonomía, ha surgido como condición para ser autónomos la necesidad de crear una cultura de la ESS o, en dichos de Razeto: “pensar con la propia cabeza” (ídem). Sostener la independencia de criterios y no depender de la economía de mercado es la meta para lograr la autonomía de la ESS. La coherencia surge como clave principal para poder ser genuinos: sentir, decir y hacer deben ir de la mano, actuar consecuentemente con lo que se piensa es fundamental. La ESS debe mostrar su eficiencia con los hechos; lo económico puede ser solidario, estos dos conceptos no son antagónicos.
La vinculación y articulación entre los actores locales son factores determinantes, por lo cual el trabajo en redes surge como herramienta primordial a la hora de plantear el desarrollo en el territorio.
Replantear desde la ESS la relación entre la economía, la sociedad y el Estado es una de las cuestiones a debatir. En esa intersección, es imperativa la participación y vinculación con el Estado local en la elaboración de políticas que faciliten el desarrollo de la ESS en la Comuna.
En las personas que participan de la ESS en el territorio surge la necesidad de sentirse parte de un colectivo, encontrar su lugar de pertenencia, darse cuenta de que no están soles. La necesidad de reconocer que tienen que comprender más cabalmente qué es la Economía Social y Solidaria. La necesidad de poder reconocer que es posible vivir mejor con parámetros diferentes a los que el modelo hegemónico propone. La necesidad de sentirse en el buen camino, estando de la mano con otres, realizando acciones solidarias, cooperativas y tomando decisiones democráticas. La necesidad, también, de comprender que salirse del marco que impone la sociedad capitalista no debería ser entendido como un estigma, sino como una búsqueda para vivir mejor, y en armonía con el medio ambiente.
Altschuler, B. (2008). Desarrollo y Territorio como ámbitos de disputa: economía social, concentración económica y modelos de acumulación. Anales del 7º Coloquio de transformaciones territoriales. Curitiba, Brasil: Ed. Esplendor.
Altschuler, B. (2013). Territorio y desarrollo: aportes de la geografía y otras disciplinas para repensarlos. Revista Theomai, 27-28.
Coraggio, J. L. (2002). La Economía social como vía para otro desarrollo social. URBARED (Red de Políticas Sociales). Universidad Nacional General Sarmiento.
Coraggio, J. L. (2009). Territorio y economías alternativas. Recuperado de: https://www.coraggioeconomia.org/jlc/archivos%20para%20descargar/Territorio_y_economias_alternativas.pdf
Caravaca, I. y González, G. (2009). Las redes de colaboración como base del desarrollo territorial, Scripta Nova, XIII (289), pp. 1-27.
Laville, J. L. (comp.) (2004). El marco conceptual de la economía solidaria. Economía Social y Solidaria: una visión europea. Buenos Aires: Universidad Nacional General Sarmiento, Fundación OSDE y Editorial Altamira.
Organización Internacional del Trabajo (2011). Economía Social y Solidaria: nuestro camino común hacia el trabajo decente. Segunda edición de la Academia sobre ESS, 24-28/10/2011.
Pastore, R. (2010). Un panorama del resurgimiento de la economía social y solidaria en Argentina. Revista de Ciencias Sociales 2 (18).
Razeto, L. (1999). La economía solidaria: Concepto, realidad y proyecto. Revista Persona y Sociedad XIII (2).
Razeto, L. (2010). Identidad, Eficiencia, Coherencia y Autonomía. (Desgrabación de videoconferencia en la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, en el marco del V Coloquio Local, III Coloquio Regional OSC - Universidad - II Foro de Economía Social 2010, Santa Fe). Recuperado de: http://luisrazeto.net/content/desaf%25C3%25ADos-y-proyectos-de-la econom%25C3%25AD-solidaria
Red de la Economía Alternativa y Solidaria (2011). Carta de la Economía Solidaria. Recuperado de: http://www.economiasolidaria.org/files/CARTA_ECONOMIA_SOLIDARIA_REAS.pdf